En este contexto, Porter define «clúster» como concentraciones de empresas e instituciones interconectadas en un campo particular para la competencia,[3] pudiéndose observar en el mundo gran variedad de clústeres en industrias como la automotriz, tecnologías de la información, turismo, servicios de negocios, minería, petróleo y gas, productos agrícolas, transporte, productos manufactureros y logística, entre otros.
Desde el trabajo pionero de Porter sin embargo, han aparecido una gran variedad de investigaciones, enfoques y perspectivas de análisis, lo que en la práctica no permite afirmar a priori una definición que satisfaga o reúna los elementos que cada autor considera como relevantes; en efecto,
«(...) existe un amplio abanico de variedades de conceptos de organización territorial que reciben el nombre genérico de clúster, si bien existen importantes matices que (…) conducen a fenómenos de concentración con importantes rasgos diferenciales» (Dalmau y Hervás, 2005, p. 16).[4]En lo que si la mayoría coincide es en que el análisis clúster es un instrumento analítico de gran utilidad a la hora de describir la complejidad de las actividades productivas y para comprender la relación que éstas tienen con el territorio,[5] aunque algunos autores indican que se podría apreciar una convergencia de definiciones con la de distrito industrial de Marshall.[2]
Sin embargo, es posible indicar algunas definiciones representativas de lo que es un clúster, además de algunos elementos inherentes a su conceptualización, pudiéndose agrupar en tres grandes grupos: clústeres industriales, clústeres regionales y distritos industriales,[4] que difieren en las metodologías desarrolladas para afrontar su análisis
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